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sábado, 20 de octubre de 2012

Made in Chile #10: valle del Elqui

Escapando de la configuración orográfica que caracteriza a la gran mayoría del territorio chileno (con la Cordillera de la Costa, la Depresión Intermedia y la Cordillera de los Andes formando tres estructuras paralelas), el Norte Chico está compuesto por una serie de valles transversales que circulan desde el interior hacia la costa. Uno de estos valles, cuyo comienzo se encuentra en las cercanías de La Serena, es el famoso valle del Elqui. 

La mejor manera de conocer el valle es con coche, pero si no es posible, se puede acceder al Elqui en autobuses que salen desde el terminal de La Serena por un módico precio de $2000 (3 euros) hasta Vicuña (a poco más de una hora) y $1500 (2,25 euros) más a Pisco Elqui al final del valle (a una hora más desde Vicuña). El viaje comienza atravesando las plantaciones de papaya a las afueras de la ciudad, y a medida que el camino asciende, el valle se va cerrando paulatinamente. Son tres los colores que predominan en el paisaje: el verde intenso de las viñas para producción de pisco al fondo del valle, el amarillo seco de los cerros cubiertos de cactus y el azul intenso de un cielo casi siempre despejado. Esta última característica fue vital para la instalación de varios observatorios astronómicos, los cuáles se pueden visitar por la noche para poder disfrutar del espectáculo estelar.

Como se dijo, el recorrido tiene dos paradas de principal interés. Una de ellas es Vicuña, población donde nació Gabriela Mistral, una de las poetisas y diplomáticas latinoamericanas más importantes del siglo XX, y Premio Nobel de Literatura en 1945. Además de su Plaza de Armas, la iglesia y varios mercados artesanales, Vicuña ofrece la posibilidad de visitar un museo enteramente dedicado a la poetisa. Por otro lado, está el pequeño pueblo de Pisco Elqui, al final del valle. Formado por poco más que una placita, una iglesia y unas pocas casas, se ha convertido en un lugar turístico por las pisqueras y la tranquilidad y misticidad que caracterizan al valle. De hecho, es conocido por ser uno de los lugares preferidos por varias comunidades esotéricas.

Imperdible, por lo tanto, para todos los que algún día decidáis acercaros al Norte Chico de Chile.


Iglesia en la Plaza de Armas de Vicuña


Calles de Vicuña


Iglesia de Pisco Elqui

viernes, 19 de octubre de 2012

Made in Chile #9: La Serena

La Serena, segunda ciudad más antigua de Chile, se sitúa en la costa de la IV Región de Coquimbo, de la cuál es capital, a algo más de 400 kilómetros al noroeste de la capital Santiago. Posee algunas de las características climáticas y biogeográficas del Norte Chico, es decir, un clima semi-desértico costero con una precipitación que apenas supera los 100 mm anuales y temperaturas medias suaves, con paisajes áridos caracterizados por la presencia de cactus y suculentas.

Pese a haber crecido mucho durante los últimos años, habiendo llegado a crear una conurbación con la contigua ciudad de Coquimbo, La Serena mantiene un atractivo y reformado casco histórico que, junto con el área del paseo marítimo, es su principal reclamo turístico. El casco antiguo cuenta, al igual que las ciudades latinoamericanas fundadas en la época colonial, con un plano de damero conocido por sus manzanas cuadradas o rectangulares, donde se sitúa la Plaza Mayor o Plaza de Armas. La ciudad vieja conserva monumentos de la época como palacetes e iglesias, además de alguna otra edificación de estilo colonial. Se trata de un área con mucha vida (excepto los domingos, cuando es difícil encontrar algo abierto), gracias a la actividad generada por todos los comercios y restaurantes situados en las calles centrales, además del conocido mercado de La Recova, donde es posible encontrar infinidad de artículos relacionados con una de las principales actividades económicas de la región: el cultivo de papaya. 

Otro de sus mayores atractivos es el Faro Monumental de La Serena, situado junto a una de las extensas y peligrosas playas en pleno Océano Pacífico, en plena Avenida del Mar. Se trata de uno de los símbolos de la ciudad y fue construido en 1952. Aunque se encuentra un poco apartado del casco histórico, es agradable pasear hasta aquí para poder disfrutar de la vista del océano y la bahía de Coquimbo. Además, es recomendable visitar el Jardín Japonés, un pequeño parque que puede visitarse pagando un módico precio de $1000 (1,5 euros) para observar una tipología de jardín bastante desconocida en occidente. 

Por lo tanto, La Serena ofrece, en muy poco espacio, una serie interesante de cosas para visitar. Sin embargo, un fin de semana es más que suficiente para verlo todo con calma, ya que se trata de una ciudad pequeña que conserva por suerte un cierto aire pueblerino ciertamente agradable. 


Plaza de Armas de La Serena


Faro Monumental de La Serena


Jardín japonés

Fuente de las imágenes: elaboración propia