
El personaje principal de este relato corto es un escritor que se denomina a sí mismo "mediocre". Cada día, cuando baja la escalinata de su estación de metro y se detiene en el andén a esperar a su tren, se fija con detenimiento en todo lo que le rodea. Es una persona detallista, observadora, que busca en estas situaciones cotidianas una fuente de inspiración para sus pequeñas creaciones.
Un día en concreto, este personaje se encontrará con una chica a la que acaba de dejar su novio, una chica que en ese momento tiene el apoyo y el consuelo de su amiga, a la que el escritor se refiere como "la chica fosforescente". Como testigo de esta escena, el escritor comenzará a escribir lo que ve, pero empezará a transformar con palabras esa situación, de tal manera que comenzará a embellecer el día de la chica afectada. Lo que no sabrá es que, inconscientemente, sus palabras estarán cambiando en realidad el día de esa joven, embelleciéndolo de manera sorprendente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario