Septiembre
es un mes importante para Chile. Si el día 11 se trata de un día que muchos
prefieren no recordar, tal y como se vio en la anterior entrega, la semana
siguiente entera es motivo de fiesta y celebración en este país, pues se
celebran las denominadas Fiestas Patrias. Se trata de todo un evento social y
comercial a la altura de la propia Navidad, ya que en los días anteriores es
muy fácil escuchar decir “feliz dieciocho” en cualquier parte.
Las
Fiestas Patrias se centran en dos días, el 18 y 19 de septiembre, pero es el
primero de ellos el que lleva el peso histórico y cultural. El 18 de septiembre
de 1810 se celebró la primera Junta Nacional de Gobierno, en un proceso de
formación del Estado de Chile. Sin embargo, no hay que confundir esta fecha con
la del 12 de febrero de 1818, fecha en la que se proclamó oficialmente la
independencia. El día 19 se celebra el día de las Glorias del Ejército, cuando
se efectúa el desfile militar. Por tanto, pese a que en un principio (las
Fiestas Patrias se vienen celebrando desde 1811) las festividades se alargaban
durante semanas, se establecieron dos días festivos para las conmemoraciones.
Además
de decorar todo con miles de banderitas nacionales (en la ventana, en el
balcón, en los espejos del coche, en las calles), los chilenos aprovechan estas
festividades para acercarse, aunque sea por unos días, al folklore nacional.
Son muy comunes las fondas, unos centros de entretenimiento instalados por lo
general en parques municipales donde se baila (cueca, sobre todo), se come
(empanadas, brochetas de carne, mote con huesillos…), se canta, se compra
artesanía, se ve el rodeo y se disfruta del alegre y bullicioso ambiente. Y si
no van a una fonda, los chilenos se decantan por un rico asadito en la parrilla
de casa, en compañía de la familia y de unas cuantas rondas de pisco o lo que
se cruce por el camino.
Aunque
sea un sentimiento patriótico algo efímero, es una fiesta popular y muy animada
que puede aprovecharse para aprender más sobre los orígenes de este país y
sobre unas costumbres que, al igual que en la mayoría de países desarrollados,
quedan relegadas al mundo rural, e incluso esto ha empezado a perderse. Por esa
razón, encuentro divertido disfrutar de estos dos días en compañía de
familiares y amigos, siempre dispuesto a engullir toneladas de comida y de
hacerla bajar con cuanta bebida sea capaz de soportar el cuerpo. Incluso los
profesores de la universidad te preguntarán eso de “¿tomaron ustedes mucho?”,
asumiendo que son días de puro escape y diversión.
Haciendo volar volantines (Parque Intercomunal)
Rodeo (Parque Intercomunal)
Exhibición de cueca, baile nacional de Chile (Parque Intercomunal)
Fuente de las imágenes: elaboración propia
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